Uso de ozono en agricultura: ventajas e inconvenientes
El poder de desinfección que proporciona el ozono lo está convirtiendo en una alternativa en la agricultura y en industrias alimentarias. Conocemos los principales usos y restricciones del ozono en el campo
El ozono está haciéndose un hueco en la agricultura actual debido a su poder desinfectante y cada vez son más los productos que echan mano de él para proponer soluciones tanto en el campo como en las industrias alimentarias. Pero, ¿qué sabemos acerca de los tratamientos con ozono? Por ahora, son pocas las investigaciones que arrojan información científica y rigurosa sobre estas aplicaciones, pero distintas empresas y organismos están investigando sobre la aplicación del ozono.
En la agricultura, el ozono se utiliza principalmente como desinfectante para lograr la higienización de materiales y espacios vinculados con la actividad agraria. Está al alza especialmente en cultivos en invernadero para desinfección de agua y materiales. Por un lado es una alternativa para la desinfección de almacenes, estructuras y materiales para la producción y almacenamiento de vegetales. Por otro lado, también se recurre al ozono para la desinfección de agua potable o cuando el agua se utiliza como soporte para la producción de vegetales, el conocido como método hidropónico, o en sustratos inertes en horticultura.
Su poder como desinfectante también se baraja como una alternativa a la aplicación de fitosanitarios en diferentes cultivos, desde el viñedo hasta la huerta. Sin embargo, está prohibida su utilización con este fin. “Actualmente, no está registrado en Europa su uso como fitosanitario para el control de plagas o de enfermedades en vegetales, ni durante el cultivo ni en postcosecha”, explica Amaia Ortiz, responsable del Departamento de Producción y Protección Vegetal del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker). Precisamente, la investigadora abordó el uso del ozono en la agricultura en un webinar organizado por dicho instituto a finales del pasado año.
Aunque por el momento no está autorizado como fitosanitario, se están llevando a cabo investigaciones encaminadas a estos usos. “Sólo en fase de investigación y experimental, se están haciendo pruebas en varios cultivos, tanto a cielo abierto como en invernadero para el control de enfermedades”, detalla la investigadora. En estos casos se aplicaría disuelto en el agua de riego o de humectación del cultivo. “Hasta ahora tampoco hay datos concluyente de los beneficios de su uso como fitosanitario”, reconoce.
En el uso del ozono en agricultura es importante prestar atención a la metodología usada, ya que puede haber variaciones en el resultado final. “Cuando se habla de ozono en agricultura no se puede generalizar, ya que cada metodología o sistema de producción de ozono presenta características distintas y producen distinta concentración de ozono. Con estas metodologías, además de ozono, se producen otras formas reactivas del oxígeno (ROS). Por lo tanto, deberemos hablar de la eficacia de la metodología, no del ozono en sí mismo”, concreta Ortiz.