La granja con una bioseguridad ideal
Evitar la entrada y diseminación de enfermedades debe ser un objetivo en cualquier explotación porcina por lo que es clave diseñar adecuadamente los elementos de bioseguridad. En este artículo seguimos abordando los elementos de bioseguridad con los dos expertos: Lara Ruiz y José Casanovas.
El muelle de carga
No hay duda de que los camiones de transporte implican un elevado riesgo, tanto por el propio camión como por el calzado y la ropa del transportista. Idealmente debería haber al menos dos cargadores distintos en función de su riesgo sanitario, uno para las cargas de lechones, y otro para las cargas de matadero.
Ruíz nos define cómo debe ser el diseño de un cargador de bioseguridad: Lo más separado posible de la puerta de la granja y dividido por una media valla transversal, que permita pasar los animales por debajo pero no las personas (figura 1).
El diseño de la puerta del cargador también es clave. Esa puerta inferior debe abrirse de manera que ayude a empujar los animales hacia fuera y evite que retrocedan hacia dentro. Para Ruíz las mejores son las de guillotinas manejadas por el camionero.
Para Casanovas es imprescindible que haya una doble puerta. La primera cercana a la granja, y la otra separada lo suficiente para meter el número de animales que caben en el elevador (figura 2), en la práctica unos 3 -3,5 metros de separación entre las dos puertas. Esta zona entre puertas es zona sucia.
Otro punto importante es que haya desnivel hacia la zona sucia, para que la suciedad vaya hacia fuera cuando se lave.
Ruíz añade que, aunque no es nada frecuente, los cargadores deberían estar cubiertos, para facilitar el trabajo cuando llueve. Casanovas va más allá, ¿no deberíamos tener un vestuario para que los conductores puedan ponerse la ropa proporcionada por la granja?
La entrada de material
En una granja entra mucho material diverso, cajas de medicamento, sacos de pienso, polvo secante, herramientas y material para mantenimiento y reparaciones, etc. La experiencia enseña que, especialmente el material de reparaciones que se mueve de una granja a otra, es altamente peligroso.
¿Cómo se entra este material? En muchas granjas se opta por usar spray desinfectante, pero para Casanovas es una claro ejemplo de “falso amigo”, que da la sensación de hacer algo aunque todos esos desinfectantes necesitan un tiempo de espera que no se respeta.
Los dos autores explican que es importante diseñar salas blancas con acceso desde la zona limpia y la sucia, donde se desinfecte el material mediante cañones de ozono, desinfectantes en forma de aerosol o lámparas ultravioletas. Hacen falta 3 pasos, el primero para cargar el ambiente de producto desinfectante, el segundo para dejarlo actuar y el tercero para eliminarlo del ambiente. Lógicamente esto sirve para entradas de material programadas o no urgentes.
En la tabla 1 se muestran las características de los distintos sistemas:
En muchas ocasiones se trabaja con un temporizador que activa el sistema por la noche para desinfectar todo el material entrado durante el día.
Para entrar material pequeño y urgente que no pueda esperar, se pueden usar cámaras de ultravioleta que no requieren tiempo de espera (figura 3). El ultravioleta debe incidir directamente, ya que no actúa sobre zonas protegidas de la luz, por lo que hay que darle la vuelta al material y volver a dejar actuar.
Para la entrada de semen es cada vez más común usar ventanas que dan al exterior y permiten al repartidor acceder a la nevera de recepción sin entrar a la granja. También es recomendable usar un doble empaquetado, así el envase que ha tenido contacto con el transporte no entra.
La eliminación de cadáveres
En los últimos años ha aumentado la oferta comercial de sistemas para eliminar los cadáveres.
Casanovas no duda: si las ordenamos de más a menos bioseguras, las 3 opciones son: incineración (figura 4), depósitos de hidrólisis, y por último los contenedores con recogida convencional.
Los contenedores de hidrólisis son una buena alternativa ya que reduces mucho la frecuencia de viajes, y el camión siempre viene limpio y te deja un contenedor de propiedad, no intercambiado con otras granjas, también limpio, aunque hay que tener en cuenta que la eficacia del sistema no es la misma en invierno que en verano.
Si la recogida es individual, es imprescindible que el acceso para depositar los cadáveres sea distinto del que usa el transportista para recoger (figura 5). Tampoco hay que olvidarse de lavar y desinfectar esta zona, especialmente los contenedores.
Bioseguridad interna
Ruíz apunta que, en granjas nuevas, es muy importante diseñar las naves de manera que el acceso del personal a la gestación y las maternidades desde el vestuario sea independiente, evitando el paso de personal de gestación por la maternidad.
Otro aspecto importante es separar lo máximo posible los lotes en maternidad. La situación ideal sería tener pasillos distintos para los distintos lotes semanales y, para poder hacer bien los todo-dentro todo-fuera, salas relativamente pequeñas para dividir cada lote semanal por 2 o 3 salas.
Casanovas señala otros detalles a tener en cuenta:
- Hay que proveer un espacio de duchas para el lavado de cerdas antes de entrar en maternidad.
- Lavamanos repartidos por las distintas áreas de la granja. “Lavarse las manos con frecuencia es el ABC de la bioseguridad interna, pero el personal lo debe tener accesible para poder hacerlo correctamente”.
- Y termina explicándonos la importancia de controlar y monitorizar la limpieza y desinfección (figura 6). En este contexto los robots de limpieza empiezan a ser un equipamiento importante en las granjas por la simplificación y sobre todo la regularidad del proceso de limpieza.
Fuente: 3trs3.com