Sustancias que agotan la capa de ozono

Sustancias que agotan la capa de ozono

La disminución de la concentración de ozono en las capas medias de la atmósfera –fundamentalmente en la estratosfera- es sumamente dañina para la vida en la tierra, y está provocada, en gran parte, por las emisiones de hidrocarburos halogenados producidos por el hombre, principalmente CFCs, HCFCs, halones, tetracloruro de carbono y bromuro de metilo. Por esta razón, dichas sustancias se denominan comúnmente Sustancias que Agotan la capa de Ozono (SAO).

Por medio del Protocolo de Montreal (1987), los más de 196 países firmantes están logrando con éxito, reducir y eliminar el uso de SAO en sectores tan dispares como el de refrigeración, protección contra incendios, fabricación de espumas aislantes, procesos industriales que usan disolventes o cultivo de ciertos productos agrícolas.

En nuestro país únicamente se emplean en ciertos usos críticos o esenciales, así como para el mantenimiento de algunos equipos existentes (sectores que utilizan SAO). Queda pendiente sin embargo, evitar en lo posible la emisión de las sustancias usadas en el pasado, buscar alternativas a esos usos críticos y esenciales, y ayudar a los países en desarrollo a eliminar progresivamente las SAO de todos los usos. España contribuye al Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, cuyo objetivo es precisamente, apoyar a dichos países en la consecución de los objetivos mencionados.

Gracias al desarrollo de una normativa específica, y al esfuerzo de los sectores afectados, la producción y consumo de SAO están prácticamente eliminados. No obstante, el empleo de nuevas sustancias sustitutivas de las SAO, fundamentalmente determinados gases fluorados, está ocasionando nuevos problemas ambientales y su eliminación plantea nuevos retos.

Problemática ambiental

El ozono, gas formado por tres átomos de oxígeno, es sumamente escaso en la atmósfera. Su presencia en las capas inferiores -troposfera-, es nociva por sus efectos oxidantes. Sin embargo, el 90% de este gas se concentra en las capas superiores –en la estratosfera entre 10 y 50 km de altura-, donde su presencia es vital para el desarrollo de la vida, ya que filtra totalmente las radiaciones ultravioleta C y gran parte de las B. Estas radiaciones afectan al ADN, causando cáncer de piel y cataratas, entre otras enfermedades. También ocasiona descensos en la producción vegetal, del plancton y pesquera, así como daños a los materiales, en especial los plásticos, por acelerar su degradación.

El ozono continuamente se está formando y destruyendo en la estratosfera, manteniéndose lo que se denomina un equilibrio dinámico. Sin embargo, el Cloro y el Bromo liberados a esas altitudes debido a la fotolisis de ciertos hidrocarburos halogenados producidos por el hombre, actúan como catalizadores haciendo que se destruya más ozono del que se forma, disminuyendo su concentración.

A partir de los años 80, se hizo patente una gran reducción de la concentración de ozono estratosférico sobre la Antártida, empezándose a hablar del agujero de la capa de ozono, que tenía una extensión de 29 millones de km2 en el año 2000, casi 60 veces la superficie de España.

Si bien se actuó de forma casi inmediata (Protocolo de Montreal 1987), y se han conseguido importantes logros (el consumo de CFCs ha disminuido de 1.100.000 t en 1986 a una décima parte en 2001), la larga permanencia en la atmósfera de estos compuestos, y las grandes cantidades emitidas en el pasado, hace que el estado de la capa de ozono en nuestros días sea el peor de su historia, y no se prevé que recupere su estado «normal» hasta el 2050. Debido a esta situación, es muy importante tomar el sol con precaución así como protegerse convenientemente contra las radiaciones ultravioleta, ya que España tiene una de las mayores incidencias de casos de cáncer de piel. Se puede consultar Protección contra la radiación ultravioleta así como Radiación e Índice UV de la Agencia Estatal de Meteorología.

Más información general se puede encontrar en los siguientes documentos:

ANTERIORSIGUIENTE